El Dragón Rojo en Código Chileno

La última gran revolución del mundo: comunismo de mercado. Una economía de mil trescientos millones de habitantes creciendo al 10% al año más la globalización e internet son los ingredientes que harán de China el equivalente a EE.UU. del siglo XXI.

Por Joaquín Lavin. El Mercurio de Santiago, Sección Reportajes.

Visitar China es para mí una experiencia apasionante. Pero para los sesenta estudiantes que me acompañan es mucho más que eso. Puede significar un giro en sus vidas. Aquí está el futuro. Las dimensiones y las cifras marean. En el "China Daily" leemos todos los días noticias que significan billones de dólares o trillones de yuanes. Hay mucho que decir, pero la esencia está en darnos cuenta de que no estamos sólo en presencia de un país grande que crece a un ritmo impresionante. Esto no es equivalente a un país asiático más que nos sorprende, como en un momento lo hizo Japón, o los "tigres", como Singapur o Corea. O los "tigres emergentes", como se llama hoy a Malasia o Vietnam. No es eso. El dragón rojo es distinto. Esta es la última de las grandes revoluciones que han ocurrido en el mundo. China es, en realidad, el Estados Unidos del siglo XXI. Y su impacto en el mundo será similar al que Estados Unidos ha tenido durante décadas en nuestra economía y en nuestra cultura. Así como nosotros fuimos a estudiar a Chicago o a Harvard, los postgrados del futuro serán en la Universidad de Beijing, en la de Fudang (Shanghai) o en otras de las más prestigiosas universidades chinas. Y la razón de este fenómeno está en una conjunción de factores internos, como el gran ritmo de crecimiento y la gigantesca población, sumado a un momento mundial especial generado por la globalización e internet.A la llegada, el choque cultural es grande. Prácticamente es imposible comunicarse con nadie. A los taxistas hay que mostrarles la tarjeta del hotel con la dirección escrita en caracteres chinos. Nuestra traductora oficial que nos acompaña desde Beijing dice que a los chinos de Shanghai, cuando hablan entre ellos, no les entiende nada. Es que está lleno de dialectos que misteriosamente se pronuncian distinto pero se escriben igual. Al final, todos escriben en chino mandarín. La comida es totalmente diferente. El wantan y el arrollado primavera que comemos en los restaurantes chinos de Santiago acá no existen. El regateo es una institución. En el famoso Xinshui Market (mercado de la seda de Beijing), mis alumnos apuestan quién va a conseguir las poleras Polo, las camisas Armani o las parkas North Face más baratas. Si piden 500 yuanes no hay que ofrecer 100. Hay que ofrecer 10. Después de una entretenida negociación que se da por medio de escribir las cifras en una calculadora para que el otro la vea, y en que hay que hacer el show de irse varias veces para que el vendedor crea que uno realmente no está dispuesto a aceptar su precio, sigue una persecución en los pasillos que termina en 30 yuanes. No está mal. Son $2.500 por una polera Polo. Aunque no es realmente una Polo. Es copiada, pero exactamente igual.Los contrastes son gigantescos. Comunismo con capitalismo conviviendo intensamente. Si Beijing apabulla por su grandiosidad, y los edificios, carreteras y túneles que aparecen de una semana para otra, Shanghai deslumbra. Es el Nueva York de Asia. El tren de levitación magnética nos lleva a la ciudad a 430 kilómetros por hora. El barrio de Pudong no tiene nada que envidiarle a Manhattan.Pero al mismo tiempo sabemos que en las regiones del interior el salario mínimo puede llegar a 20 mil pesos chilenos al mes. La comparación es un poco equívoca si pensamos que acá el costo de la vida es bastante más bajo, especialmente la comida y la ropa. Pero la realidad es que si hay 50 millones de chinos de altísimo poder adquisitivo y otros 250 millones de la nueva clase media, todavía quedan mil millones por debajo o apenas por sobre la línea de pobreza.Al encender la televisión vemos que no somos tan distintos. No se entiende nada de lo que dicen, pero las imágenes muestran fútbol por todos lados. China eliminada de la Copa de Asia, mientras Japón y Arabia Saudita disputan la semifinal en el estadio de Hanoi, en Vietnam. Es otro mundo. Totalmente desconocido para nosotros. Pero los jóvenes aprenden rápido. Al final de la gira me doy cuenta de que el único que sigue comiendo con tenedor soy yo. Los demás usan los palitos como un chino cualquiera.¿UN GRANO DE UVA A CADA CHINO?Sebastián Poli y Carolina Cabrera llevan más de seis años en Shanghai. Son los decanos de la colonia, y su hijo Nicolás, de cuatro años, habla mucho mejor el chino que el español. En todo caso, los chilenos llegan ya a 150, de los cuales más de cien arribaron en los últimos tres años.Hay 33 empresas instaladas acá. La más grande es la Compañía Sudamericana de Vapores, en la que trabajan más de 500 chinos, y cuyo servicio "madre" es ahora el transporte China-Europa.Están Codelco, el Banco de Chile, Falabella -que compra aquí el 80% de la ropa que vende en Latinoamérica-, Sodimac, Salfa, Ultragas, y otras.¿Y qué se les puede vender? El embajador de Chile, Fernando Reyes Matta nos dice que la vieja idea de venderle un grano de uva a cada chino no es la correcta. Hay que enfocarse a mercados de nicho, como los 50 millones de mayor poder adquisitivo, o pensar en productos para la nueva clase media china.EL MOTOR DEL MUNDO: Así es la China modernaa) No importa el color del gato: Cuando Deng Xiao Ping pronunció su famosa frase: "No importa que el gato sea blanco o negro, sino que cace ratones", rompió con décadas de ideologización y comenzó la era del pragmatismo. Quien es considerado el padre de la China moderna partió con las reformas económicas hace justo treinta años. Desde ese momento, China no ha parado de crecer a un promedio del 9,5% al año. De hecho, en la historia del comunismo en el mundo, es el único país que logró crecer en forma sostenida. Las autoridades de gobierno que nos reciben hablan en realidad de "economía de mercado socialista". En el período, el ingreso per cápita se multiplicó por diez para llegar hoy a US$ 2.000 y más de 300 millones de personas salieron de la pobreza. El país se prepara para ser la primera potencia económica mundial el año 2030.b) Gracias China por favor concedido: Tenemos que agradecer a China por el precio del cobre. La acelerada urbanización del país tira para arriba el consumo. Líneas de tendido eléctrico, puentes, miles de edificios en construcción. China consume el 40% del cemento del mundo y aquí trabaja hoy una de cada tres grúas pluma de todas las que funcionan en el orbe.c) Mano de obra barata: Efectivamente, China significa mano de obra barata. Y eso va a durar porque todavía hay 700 millones que viven en el campo en condiciones de apenas subsistencia. Esto le da una ventaja comparativa clave en productos como textiles, zapatos, juguetes y muchos otros.d) Pero también alta tecnología: Han sabido moverse en áreas en que se necesita alta tecnología. China produce la mitad de los microondas, un tercio de los televisores, un cuarto de las lavadoras y un quinto de los refrigeradores de todo el mundo. Hay más de cien mil jóvenes chinos estudiando en Estados Unidos. La apuesta es que China competirá en productos intensivos en tecnología sin perder su ventaja en los de mano de obra.e) Desigualdad y contaminación gigantescas: La desigualdad social es demasiado grande. Aquí nuestra conocida teoría del chorreo corre en plenitud. Los chinos ricos son ricos de verdad. Un profesional sin estudios de postgrado parte ganando $300.000 chilenos y el salario mínimo en algunas regiones más pobres es de solo $20 mil. Beijing y Shanghai están más contaminadas que Santiago.f) 11,5% de crecimiento en el primer semestre: Las cifras del crecimiento de la economía en enero-junio siguen impresionando. China debe crecer al menos al 8% para absorber a los 9 millones de personas que ingresan año a año al mercado laboral. Pero hay preocupación por el recalentamiento de la economía, y el Banco Central está pensando en subir por tercera vez la tasa de interés en el año. ¿Suena conocido?¿QUÉ QUEDA DEL COMUNISMO?¿En qué se nota el comunismo en la vida diaria? Todos los medios de comunicación son del gobierno o de "colectivos" controlados por el gobierno. Pero no es como la televisión cubana, por ejemplo, en que la programación es propaganda del régimen. Aquí hay una televisión estatal (RCTV) que tiene más de diez señales, con programación bastante similar a la chilena. Hay prohibición de tener televisión satelital, pero en Shanghai aparecen cada vez más "platos" y nadie los fiscaliza.Obviamente la gente no elige a sus gobernantes por votación. En octubre, Hu Jin Tao cumple cinco años en el poder y la asamblea del PC puede reelegirlo sólo por un período más.Los problemas con el Vaticano siguen, aunque el padre Francisco Javier, párroco de la catedral de Wan Chou Men, la iglesia más antigua de Beijing, nos dice que no hay ningún problema para practicar el catolicismo. De hecho, sus tres misas diarias, que parten a las seis de la mañana, están llenas. Nos cuenta que este año bautizará a mil personas. Cuando le consultamos por la Iglesia Católica Patriótica dice que el problema es político, pero la Iglesia es una sola.En todo caso, las relaciones mejoran y todo indica que el nuevo obispo de Beijing, Joseph Li Shan, de sólo 42 años, recién elegido con 74 de un total de 93 votos, podría ser reconocido como tal por todos los católicos chinos.VIEJOS VS. JÓVENES: Del tai chi al hip hopLos contrastes son grandes. El país de las bicicletas y los trajes Mao se acabó, pero si nos salimos de las autopistas y caminamos un par de cuadras nos encontramos con la "China profunda". Miles de personas, especialmente adultos mayores, practicando tai chi y ejercicios de elongación en las plazas a las cinco de la mañana. Muchos de ellos están en pijama, pero a nadie parece importarle. Aunque escupir en la calle está multado, es evidente que será una costumbre difícil de quitar.En las cocinerías de la calle venden desde anticuchos de grillos, saltamontes y escorpiones hasta carne de perro. Como nos dice un amigo chino, aquí "todo lo que se mueve se come".Pero las generaciones jóvenes, en especial las de clase media y alta, son diferentes.1. Del tai chi al hip hop: Las costumbres son cada vez más occidentales. La Navidad y el Día de los Enamorados se celebran más que las propias fiestas chinas. Cualquiera de esos días los mensajes de texto deseándose felicidades superan los mil millones.2. Blancas como porcelana: El ideal de belleza femenina es de mujeres flacas y de piel muy blanca. Chin Li, nuestra intérprete, se ríe cuando le cuento que en Chile las mujeres toman sol o compran productos para broncearse. Acá los comerciales de televisión son de cremas para aclarar la piel.3. Canto sí, baile no: Hay edificios completos con salas de karaoke de diversos tamaños. Los jóvenes prefieren salir a cantar más que a bailar.4. Concursos de TV para aprender inglés: La enseñanza del inglés es creciente. China se prepara para las olimpíadas de Beijing 2008 y para la Expo Mundial de Shanghai 2010. Vemos en la televisión que los jóvenes compiten en concursos en que les dan un tema en inglés y tienen 45 segundos para hacer un pequeño speech. El jurado, formado mayoritariamente por estadounidenses, los va eliminando.HIJOS ÚNICOS: Pequeños emperadoresNo hay hermanos: La política del "hijo único" se mantiene. Pero hay excepciones. En el campo, si la primera guagua es mujer, después de cinco años la pareja está autorizada a tener otro hijo, por si nace hombre. En la ciudad la situación es más estricta. Si un funcionario público llega a tener un segundo hijo no puede ascender, y los demás deben pagar una multa importante.Parejas de hijos únicos: Si se casan dos hijos únicos, lo que obviamente ya está comenzando a pasar, están autorizados para tener dos hijos.Abortos de mujeres: Se calcula que en 2015 habrá un déficit de 30 millones de mujeres debido a que las familias abortan a sus hijas en mucho mayor proporción que a los hombres, en especial en el campo.India vs. China: En todo caso, si se trata de disminuir el ritmo de crecimiento de la población, está claro que la política dio resultado, y muy luego India le quitará a China el título del país más poblado del mundo.Generación individualista: Lo que se discute ampliamente en la prensa son los efectos sociológicos de la política de hijo único. Los llaman los "pequeños emperadores", porque los padres tratan de darles el gusto en todo, y tienden a ser más egoístas y consumistas que las generaciones anteriores.